Sara Casasnovas fue Electra

Los personajes nunca mueren mientras sigan vivos en el recuerdo del público. Es algo que ocurre cuando son bien tratados y hay alguien detrás que los siente con pasión; resisten al paso de tiempo con la misma viveza con la que nacieron.

Hoy en concreto nos referimos a una Sara que brilló tras la Electra de Galdós, una Sara que pasaba de la felicidad más inmensa a la angustia y la locura para dar vida a un personaje complejo y arriesgado que supo arrancar emociones intensísimas entre quienes disfrutaron de una obra que no se resiente por más que pasen los años. Porque sí, emociona ver cómo sobre las tablas Sara se hace dueña y defiende a una Electra con garras siendo capaz de personificar la ingenuidad infantil que a poco se convierte en perturbación dejando sin aliento a un público que se mantuvo expectante ante la recreación de tal episodio.

Durante meses no cesaron alabanzas en prensa a la obra adaptada por Francisco Nieva con montaje de Madico, quien no tardó en reconocer que Casasnovas era la ideal para el papel; “Necesitaba una actriz joven pero con mucha experiencia, con la capacidad de que el público se enamore de ella y Sara es capaz de desgarrarse”. Se confirmó una teoría para los todavía escépticos; Sara se hace grande cuando se sube al escenario, se entrega y vuela con la fuerza de quien da todo lo que tiene y consigue reacciones de vuelta.  

Reproduciendo las sabias palabras que Joaquín Pérez Azaústre escribió en su blog; “Hay una Electra antes y después de Sara Casasnovas”.

Y por último, para acompañar a la entrada de hoy os dejo con una jugosísima entrevista que concedió Sara a “Extremadura al día” durante el Festival de Mérida en la que ofrece declaraciones sobre su entonces último proyecto, http://www.extremaduraaldia.com/festival-de-merida-56-/sara-casasnovas-electra-una-mujer-que-vuela-a-la-libertad-/107489.html

(Fotografías que ilustran el post de hoy son de Javier del Real)