miércoles, 8 de junio de 2011

Recordando a Jose Velasco

Aprovechando los momentos sueltos que saco desde no sé dónde en este mes de agobio absoluto, hoy creo necesaria una mención en nuestro espacio a uno de los personajes tras los que Sara ha brillado. A principios de 2009 nos llegaba la noticia de la incorporación de Casasnovas a la serie más longeva de la televisión nacional, lógicamente este hecho alegraba a todos los que ya la conocíamos porque suponía el nacimiento de un nuevo personaje y, en consecuencia, significaba verla en pantalla mínimo una vez en semana. Acostumbrados durante tanto tiempo a la imagen de la chica francesa que perseguía sus ideales en aquel 1948 convulso no resulta incomprensible entender el choque que produjo inicialmente ubicarla en un hospital en pleno siglo XXI ataviada con la conveniente bata blanca.


Jose Velasco llegaba en la decimoséptima temporada de ‘Hospital Central’ como un soplo de aire fresco que inundaba el Central con su personalidad vitalista y enérgica. La relación con Rai enganchó a un público que se dividió rápidamente entre quiénes miraban con recelo a Jose por verla como “sustituta” de Lola en el corazón de Rai  y los que éramos  partidarios de la nueva residente. En cualquier caso si algo estaba claro era que Jose venía pisando fuerte y no pretendía dejar indiferente a nadie. Ni fuera ni dentro del hospital.

Aunque es cierto que los ocho capítulos en los que Sara participó saciaron las ansias de continuar viéndola en pantalla, también diremos que nos dejaron con ganas de más.  El papel de Jose llegó a su fin –mucho más pronto de lo que nos hubiese gustado, porque sin hacer uso del inconformismo casi habitual del espectador, a título personal creo que es un personaje al que se le podía haber sacado mucho más jugo-. Un fin que, a pesar de su prontitud, supo a dulce.

Sirvan estas breves escenas como compensación a tantos días  de "ausencia":


Con esta entrada se pretende iniciar un ciclo en el que iremos rescatando personajes pasados -que no antigüos- para recordar a cada uno, por pequeño o corto que fuera, y dejar constancia de la pericia interpretativa de nuestra actriz. Trataré de acompañar cada escrito con el vídeo conveniente, porque como dicen valen más imágenes que mil palabras. Así que en tiempos de escasez informativa nos dedicaremos a ‘escarbar’ en el pasado interpretativo de Sara y compartirlo con quiénes quieran sumarse. 

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