Con la aparición del cuerpo sin vida de Mónica Triáns se desmorona la tranquilidad que ha reinado hasta el momento en Serramoura, una apacible villa de interior en la que iremos sumergiéndonos a medida que la trama avance. Este hecho marca por completo el discurrir de los acontecimientos y supone una auténtica explosión que acaba salpicando a todos los habitantes de Serramoura, convirtiéndolos a ojos del espectador en potenciales culpables del macabro suceso. Se abre la investigación y, con ella, salen a la luz las miserias, los secretos y los conflictos que se esconden detrás de esta pequeña villa, absoluta protagonista de una historia que se irá desvelando en cada capítulo. El camino hacia el asesino añadirá muy variados elementos de atención para mantener la intriga y hacernos cuestionar cada posibilidad imaginada.
Además de la potente trama que nos ofrece Serramoura, los méritos son aún más numerosos: nos sorprende, por ejemplo, el gran trabajo técnico y de montaje (más propio de una película que de una serie), las interpretaciones, el ambiente recreado mediante rincones bellos y misteriosos muy bien conseguidos... una serie de calidad a la que le encontramos un único pero: la escasez de escenas en las que aparece Sara Casasnovas. Por lo que parece, su presencia -a pesar de su tempranísima muerte en la historia- se hará patente a través de flashbacks que se irán sucediendo en siguientes capítulos para aclarar situaciones y dar pie a averiguaciones futuras. Aunque no nos deja de saber a poco esta reducida participación de Sara Casasnovas, sabemos que lo que importa no es la cantidad sino la calidad: y verla actuar es siempre disfrutar de un poderío interpretativo al que no le hacen justicia nunca nuestras palabras, por muy bonitas que intenten ser.
A pesar de todas las conjeturas que ya empiezan a originarse en torno a la trama de Serramoura no hay nada que pueda darse por supuesto categóricamente: la muerte de Mónica Triáns esconde un misterio que promete intriga y mucha sorpresa, así que las cábalas que ya andamos haciendo no nos permiten dar por cerrado ni siquiera lo que parece más claro.
De momento sólo es posible dar por sentada una cuestión: la rotundidad del éxito de Serramoura. El primer capitulo, de título Homicidios, arrasó en horario de máxima audiencia en la TVG. Como recoge La Voz de Galicia, la serie de Voz Audiovisual se impuso a toda la oferta televisiva nacional con un 17% de share y una audiencia media de 187.000 espectadores y picos de hasta 210.000. Una auténtica proeza que esperamos se mantenga. La próxima cita es mañana... pero para quien se perdió el estreno o quiera revivirlo, TVG A la Carta nos ofrece la posibilidad de hacerlo con el reducidísimo coste de un único click: ;)
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